Registro pictórico donde le pedí a mis amigos una foto gesticulando su rostro, de las cuales partí para manipularlas arrugándolas como bolas de papel. Me interesaba explorar las distintas posibilidades para adquirir una nueva personalidad a través del acto de arrugar, acción que tiene una connotación negativa por el hecho de desechar, pero en lo personal , lo considero un acto que puede transformar, crear nuevos espacios y detalles que rompen una linealidad para dirigirse hacia la multiplicidad.
Bety, acrílico y óleo/tela, 15×20 cm, 2007
Daniel, acrílico y óleo/tela, 15×20 cm, 2007
Ana y Mateo, acrílico y óleo/tela, 15×20 cm, 2007
Emilia, acrílico y óleo/tela, 15×20 cm, 2007
Pau y Gus, acrílico y óleo/tela, 15×20 cm, 2007
Rodrigo, acrílico y óleo/tela, 15×20 cm, 2007
Lorena, acrílico y óleo/tela, 15×20 cm, 2007
En realidad no es tan, acrílico y óleo/tela, 25×30 cm, 2007